Eficiencia y sostenibilidad: un binomio necesario en el sector industrial

La sostenibilidad se ha convertido en una exigencia para el sector industrial. Un sector cada vez más dependiente de la energía. De hecho, según la última Encuesta de Consumos Energéticos publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), ese consumo se había incrementado en 2019 en un 6,7%, respecto a 2017.

Esa mayor dependencia energética de la industria se relaciona, sobre todo, con la electricidad, que representa más de un 56 %, seguida del gas con un 30 % y los productos petrolíferos, con casi un 8%. En un escenario de incremento constante del precio de la energía y, por tanto, de los costes de producción, la eficiencia es una de las claves de la competitividad, y ese es solo uno de los aspectos fundamentales en ese camino hacia la sostenibilidad.

Junto a la eficiencia energética habría que mencionar la gestión de los residuos, la reducción de emisiones de CO2 y la gestión eficaz de los recursos

La sostenibilidad de la industria es uno de los ejes de la política industrial española con el horizonte en el año 2030. La transición ecológica pasa necesariamente por la sostenibilidad del tejido productivo, por la introducción definitiva de las nuevas tecnologías, por la automatización de procesos y por la adopción de políticas responsables encaminadas a la reducción tanto de la huella de carbono como a una gestión eficiente de los residuos.

En todas estas cuestiones los avances técnicos y tecnológicos están jugando un papel esencial. El uso de equipos de medición de temperatura industrial, de caudal o presión son el ejemplo. También lo son avanzadas soluciones de software que como las que se pueden conocer en es.endress.com.

Iniciativas hacia la sostenibilidad

La sostenibilidad de la industria es, precisamente, uno de los ejes de la política industrial española con el horizonte en el año 2030. La transición ecológica pasa necesariamente por la sostenibilidad del tejido productivo, por la introducción definitiva de las nuevas tecnologías, por la automatización de procesos y por la adopción de políticas responsables encaminadas a la reducción, tanto de la huella de carbono, como a una gestión eficiente de los residuos.

Son muy diferentes las medidas que se plantean en ese camino hacia lo que se ha dado en llamar “ecoinnovación”. Por un lado, la reducción de los costes energéticos, fomentando el uso de instalaciones que utilicen combustibles renovables o energías limpias que no impliquen emisiones a la atmósfera. Por otro, un incremento en la inversión en I+D+I para conseguir una mayor eficiencia de los procesos productivos. 

A estas medidas básicas se unirían la apuesta por la movilidad sostenible, por una mejor gestión del agua, por el reciclaje, por la economía circular y la producción local. Todo, para alcanzar un equilibrio necesario entre economía, productividad y medio ambiente.

Los beneficios de una industria más sostenible van mucho más allá de unos procesos industriales más eficientes y un incremento de la productividad y de la competitividad. También sobrepasan los criterios medioambientales exigidos por la normativa y necesarios para la preservación del entorno. 

Una industria sostenible es una industria más flexible y mucho menos expuesta a las crisis, con mayor capacidad de reacción y de resistencia. También es una industria que produce con costes menores y que no se expone a sanciones por incumplimiento de unas normativas cada vez más exigentes.

Además, es necesario tener en cuenta un escenario mundial en el que la preservación del medio ambiente y la gestión eficiente de los recursos mueve con fuerza a la opinión pública. Por ello, aquellas empresas que enarbolan la sostenibilidad como bandera de sus políticas de responsabilidad social incrementan su prestigio y su mejoran su imagen entre los consumidores.

Hoy en día existen herramientas que permiten a la industria caminar con paso seguro hacia la sostenibilidad y la eficiencia. Esa adaptación exige inversiones y ayudas, pero ese gasto implica un valor añadido que se traduce en una mayor competitividad.  

 

Eficiencia y sostenibilidad: un binomio necesario en el sector industrial

La sostenibilidad de la industria es uno de los ejes de la política industrial española con el horizonte en el año 2030. La transición ecológica pasa necesariamente por la sostenibilidad del tejido productivo, por la introducción definitiva de las nuevas tecnologías, por la automatización de procesos y por la adopción de políticas responsables encaminadas a la reducción tanto de la huella de carbono como a una gestión eficiente de los residuos.