Climatizar gracias a los pozos canadienses

Climatizar nuestras viviendas supone alrededor del 70 % del total de la energía que consumimos en los hogares. Es por ello que siempre ha sido un aspecto que se ha intentado reducir. Sobre todo, con cada crisis energética o conflicto, que ha perjudicado el suministro de petróleo, gas o electricidad.

Es por ello que hay una gran preocupación por construir edificios y viviendas cada vez más sostenibles. Potenciando el aislamiento y otros aspectos que ayuden a reducir las necesidades de calefacción o refrigeración. Una de esas técnicas constructivas que utiliza la arquitectura pasiva son los pozos canadienses o provenzales, como también se llaman.

pozos canadienses

La actual crisis energética nos obliga a buscar alternativas para climatizar nuestras viviendas. Una de las técnicas constructivas que utiliza la arquitectura pasiva para climatizar nuestros hogares son los pozos canadienses o provenzales, como también se llaman.

¿Cómo funcionan los pozos canadienses?

Un pozo provenzal o canadiense basa su eficiencia en la estabilidad de la temperatura del subsuelo. Podríamos decir que es como un sistema de captación de energía geotérmica. El subsuelo, a unos 2 metros de profundidad, mantiene una temperatura constante casi durante todo el año, independientemente de la temperatura que tengamos en la superficie.

La temperatura del subsuelo varía entre los 15 y los 24 °C. Mientras que la del aire que nosotros respiramos puede variar sensiblemente entre los - 2 y 40 °C, en apenas unos días, o incluso del día a la noche. Así, aprovechamos la energía térmica que mantiene la tierra debajo de nuestras viviendas, como si fuera una batería de temperatura constante.

Pero ¿cómo aprovechamos es temperatura del subsuelo? Se consigue gracias a la infraestructura de un pozo canadiense. Este consiste en una red de tuberías enterradas a una profundidad suficiente en la que, la temperatura sea más o menos constante. Esta tubería debe ser de una longitud y diámetros adecuados, para facilitar la transmisión de calor de la tierra al aire que circula dentro del tubo, o a la inversa, según la estación del año.

Esta tubería tiene una boca en el exterior de la vivienda y otra en el interior. Ambas provistas de filtros para evitar que insectos, el polen, el polvo, u otro tipo de suciedad entre en la vivienda. Se hace circular el aire por la tubería, de forma que se transmite la temperatura para igualar ambos elementos, el aire y la tierra, de modo que se calienta o enfría, en función de la época del año.

· Invierno

Durante el invierno para renovar el aire del interior se aprovecha el pozo canadiense. El aire entra en el tubo desde el exterior, y durante su recorrido se va calentando gracias a la energía que tiene la tierra donde está enterrado. Así, por ejemplo, si en el exterior el aire está a 1 °C y el subsuelo a unos 18 °C, se va calentando llegando a una temperatura entre 10 y 13 °C.

De esta forma hemos renovado el aire, como si ventiláramos la vivienda. No obstante, el aire ha entrado a una temperatura más confortable. Ayudando a que nuestro sistema de calefacción no tenga de trabajar tanto. Esto significa que estamos ahorrando en la calefacción y el gasto en gas o electricidad disminuirá.

pozo canadiense verano invierno

 

· Verano

Durante los días de verano el aire exterior tiene una temperatura más bien alta. Así entrará en la tubería a unos 30 o 35 °C. Mientras recorre la tubería va cediendo temperatura al terreno, que está entre 15 y 22 °C. De modo que, cuando llega a la salida en la vivienda, ha bajado su temperatura a unos 26 o 27 °C.

Aunque la temperatura del aire que entra en la vivienda y la ventila no es del todo confortable, con el pozo canadiense se ha conseguido una temperatura más suave. Esto es aprovechado por nuestro equipo de aire acondicionado para consumir mucha menos electricidad.

¿Qué componentes forman un pozo canadiense?

Aunque parezca sencillo construir un pozo canadiense, debemos tener en cuenta que la instalación debe aprovechar la diferencia de temperatura para aclimatar el aire que entra en la vivienda. Por ello, tanto la dimensión de las tuberías como su longitud son importantes.

Además, se debe asegurar que el aire entre limpio, sin polen u otras partículas o suciedad que pueda transportar el aire. Para conseguirlo se deben añadir diferentes elementos que comentamos a continuación.

 

· Chimenea de entrada

En la entrada del aire se debe instalar un sombrerete o con una terminación hacia el suelo, para evitar que entre el agua de lluvia. Además, necesitamos un filtro inicial de polen y polvo. Este evitará que entren suciedad e incluso insectos y pequeños animales.

· Ventilador

Para Asegurar que el aire del interior de la vivienda se renueve con la frecuencia necesaria, ventilándola de forma adecuada, es necesario forzar su movimiento. Para ello se instala un ventilador que impulse el aire cuando sea necesario.

· Tubería

La tubería hará la función de intercambiador de calor, entre el aire y el terreno. Sin embargo, no sirve cualquier tubería, ya que su ubicación y funcionamiento son muy importantes. Por ello, la tubería que se utilice debe tener las siguientes características:

Característica

Motivo

Conductividad térmica

Es muy importante que facilite el intercambio de temperaturas entre el suelo y el aire que circula dentro de ellas

Estanca

 

Puesto que necesitamos que el aire llegue a la vivienda lo más limpio posible, la tubería no debe permitir las filtraciones de agua, humedad u otros elementos que pueda contener el terreno y que pueden ser nocivos para nuestra salud

Impermeable

Debe ser impermeable al radón. Este gas se genera de forma natural en la corteza terrestre y en grandes cantidades puede ser nocivo para nuestra salud

Resistentes

 

Deben tener una adecuada resistencia, tanto a la deformación, por la presión de la tierra que se deposita sobre ella y por posibles movimientos del terreno

Inoxidables

 

Una tubería que se pueda oxidar o tenga partes que se oxiden es un foco de insalubridad y es lo que se pretende evitar. Por lo general, las tuberías utilizadas en los pozos canadienses son de material plástico, por lo que no les afecta la corrosión

 

· Recuperador entalpico

También es recomendable la instalación de unidades de tratamiento de aire o también conocidos como recuperadores entalpicos. Estos cumplen dos funciones, la de filtrado del aire y la recuperación de calor.

El recuperador de calor aprovecha la temperatura del aire interior de nuestra vivienda, para mejorar la temperatura del aire que entra. De esta forma estamos ahorrando en dos partes de toda la instalación, con el pozo canadiense y con el propio recuperador.

  • Recuperación de calor

Estos equipos hacen el mismo trabajo que un pozo canadiense. Por lo que no siempre son necesarios, aunque si interesantes, para aprovechar mejor la energía térmica que la caldera, la bomba de calor o el equipo de aire acondicionado han aportado al aire de nuestra vivienda.

  • Filtrado del aire

El recuperador entalpico dispone de compartimentos para la colocación de filtros especiales para la retención de pequeñas partículas de polvo, polen, incluso ácaros. De modo que aseguramos que el aire que entra en la vivienda está completamente limpio.

· Sistema de control

Para mejorar el confort de los habitantes, se utiliza un sistema de control que miden constantemente la temperatura y humedad del aire. Se controla tanto el aire del interior de la vivienda como del exterior. De esta manera se detectan las diferencias de temperatura y se decide automáticamente si se activa el ventilador del pozo canadiense, o incluso el sistema adicional de climatización, bomba de calor u otro. En ocasiones solo con la aportación del pozo canadiense es suficiente.

 

Climatizar gracias a los pozos canadienses

La actual crisis energética nos obliga a buscar alternativas para climatizar nuestras viviendas. Una de las técnicas constructivas que utiliza la arquitectura pasiva para climatizar nuestros hogares son los pozos canadienses o provenzales, como también se llaman.