Preocupante tendencia de eliminar los servicios de alquiler de bicicletas en las ciudades

Preocupante tendencia de eliminar los servicios de alquiler de bicicletas en las ciudades. Con bastante frecuencia publicamos artículos que tratan sobre el uso de la bicicleta dentro de las ciudades como alternativa al transporte público y privado.

¿Por qué fracasan los servicios de alquiler de bicicletas dentro de las ciudades?

Somos conscientes de que en muchos países latinos no existe una fuerte tradición en el uso de la bicicleta como vehículo cotidiano de transporte y por ello luchamos por intentar concienciar a los ciudadanos de que la bicicleta puede ser una alternativa muy ventajosa para realizar distancias cortas de no más de 20kilómetros y que nos permitan ir a nuestro lugar de trabajo, realizar recados, etc... en vez de depender siempre del coche.

¿Por qué fracasan los servicios de alquiler de bicicletas dentro de las ciudades?

Lo cierto es que solemos ser bastante optimistas con este tema y en Urbanruta siempre vemos el vaso medio lleno, alegrándonos cuando leemos que una ciudad ha implantado un servicio de alquiler de bicicletas o que un estudio ha publicado esperanzadores datos sobre el aumento del uso de  esta dentro de la ciudad.

Hace poco tiempo publicamos un artículo que se titulaba “los usuarios de bicicleta aumentan un 75% dentro de la ciudad”. Invadidos por cierto optimismo vimos en estos datos un horizonte esperanzador y pensábamos que en algunos años algunas ciudades de España podrían parecerse a las ciudades de Holanda o Bélgica, donde las calles son compartidas casi a partes iguales por ciclistas y vehículos.

Sin embargo, hoy tenemos que ser un poco más realistas y asumir que la realidad en un país como España es muy distinta a lo que las frías cifras declaran, si se leen los datos en detalle  se aprecia que las cosas no son como parecen, porque si bien el uso de la bicicleta puede ir aumentando poco a poco, sólo un 20% de la población la utiliza y el uso que le da no es precisamente el de transporte cotidiano dentro de la ciudad.

Preocupante tendencia de eliminar los servicios de alquiler de bicicletas en las ciudades. Antes de nada, indicar que en este artículo no pretendemos analizar por qué puede ser más o menos efectivo el uso de la bicicleta como transporte alternativo al coche o al transporte público dentro de la ciudad, sino intentar descubrir por qué los servicios de alquiler de bicicletas terminan fracasando en muchos casos.

Si bien hace unos años, imitando a grandes ciudades europeas, muchas ciudades españolas comenzaron a implantar servicios de alquiler de bicicletas dentro de la ciudad, lo cierto es que actualmente muchos de estos servicios están siendo eliminados, este es el caso reciente de ciudades como Guadalajara, Azuqueca de Henares o Pinto. Las razones por las que estos servicios son eliminados son expuestas por los ayuntamientos con tanta ligereza como los motivos por los que implantan el servicio, así pues, el ciudadano se queda con la idea de que el servicio es demasiado caro porque, entre otras cosas, unos vándalos se dedican a destrozar las bicis. 

“Hemos dicho en múltiples ocasiones que el motivo que llevó a la retirada del servicio fue el coste que suponía la reparación de los desperfectos ocasionados por los actos vandálicos, que ascendían a 12.000 euros al año”,

Pero, por qué fracasa el servicio de alquiler de bicicletas en una ciudad. Analicemos con un poco de sentido crítico el por qué del fracaso de estos servicios públicos:

-Falta de planificación. Al igual que sucede con casi el 90% de las decisiones de nuestros políticos, cuando se decide invertir en un determinado proyecto no se consideran antes estudios previos lo suficientemente serios, no se consulta con expertos ni se adoptan decisiones coherentes, lo que ayudaría a lograr proyectos con ciertas garantías, en vez de esto, los políticos actúan libremente guiados por el populismo, sin atender a la realidad cuando esta es contraria a sus intereses. En el mejor de los casos, imitan una iniciativa que en otro lugar a salido bien. En consecuencia, nuestras ciudades están plagadas de TONTERIAS ABSURDAS PARA EL LUGAR DONDE SE IMPLANTAN: glorietas sin sentido, tranvías vacíos, calles peatonales sin uso, y por supuesto, grandes áreas residenciales en medio de la nada que esperan que alguien las ocupe, pero a las que no pueden llegar los servicios públicos porque son demasiado caros, eso si, las plusvalías de la recalificación de suelos hace tiempo que fueron repartidas.

Dicho lo anterior, sobra continuar dando razones, pero aún así intentémoslo. 

-El alquiler de bicicletas no tiene un fin definido. ¿Es el alquiler de bicicletas un servicio para los turistas (como sucede en Roma) o es un servicio para los ciudadanos? Naturalmente no es lo mismo y por lo tanto no puede enfocarse de la misma manera. Si lo que buscamos es un servicio de alquiler de bicis para el  ciudadano, ¿Qué sentido tiene que los puntos de recogida estén lejos de los intercambiadores de transporte? ¿Si es un servicio turístico, por qué no se han valorado el número de turistas que visitan la ciudad y si son potencialmente usuarios de bicicletas? Si buscamos un servicio de bicicletas para que las personas se trasladen para ir a trabajar, ¿hemos considerado cuantas personas trabajan dentro de nuestra ciudad y de dónde proceden? A lo mejor vienen de distancias mayores a 20kilómetros y por lo tanto no van a alquilar una bicicleta para recorrer el último kilómetro.

-Los carriles bici. Ya hemos comentado en otra ocasión la estúpida forma que tienen algunos ayuntamientos de plantear el carril bici. Lo cierto es que no sabemos si es un camino pintado de otro color, un camino peatonal de paseo o un juego estúpido de caminos sinuosos que no llegan a ninguna parte y que en el peor de los casos se cortan en el momento menos oportuno. Claro, a los ojos del ciudadano son infraestructuras que promocionan el uso de la bicicleta, pero para el ciclista que usa la bici todos los días para ir a trabajar, son un chiste de mal gusto. Así pues, no hay que confundir una cosa con otra y si se pretende promocionar el uso de la bicicleta como vehículo alternativo dentro de las ciudades, habrá que ser mínimamente coherente y estudiar un proyecto que incluya servicios de alquiler de bicicletas y proyectos de adaptación de las vías existente para su uso por las mismas.

No queremos extendernos mucho más, porque lamentablemente, este tipo de noticias son un jarro de agua fría y sólo sirven para darse cuenta del largo camino que falta todavía por recorrer para conseguir una sociedad más avanzada, y lo peor es que leyendo en las noticas como unos políticos se enfrentan entre ellos echándose la culpa del fracaso de un servicio como el de alquiler de bicicletas, uno se da cuenta de que quizás lo primero que hay que hacer es conseguir que nuestros políticos tengan un mínimo nivel intelectual.

fuente foto:wikipedia

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¿Por qué fracasan los servicios de alquiler de bicicletas dentro de las ciudades?