Los aterrazamientos de Machu Picchu, una solución constructiva ingeniosa

Los aterrazamientos de Machu Picchu, una solución constructiva ingeniosa. La montaña vieja o machu-pichu es un ejemplo de urbanismo respetuoso con el entorno y que a la vez ha sabido adaptarse a una terreno que presenta grandes dificultades.

Machu Picchu, una solución constructiva original y perfectamente adaptada al entorno natural

Machu Picchu está considerada como una de las siete maravillas del mundo moderno, se encuentra en lo alto de una montaña, y aunque muchos pensaron en su momento que se trataba de una fortaleza, sin embargo parece ser que su uso estuvo dedicado a una  residencia palaciega y a santuario.

Machu Picchu, una solución constructiva original y perfectamente adaptada al entorno natural

No sabemos muy bien porque los incas decidieron construir sobre lo alto de esta montaña, en un terreno de gran pendiente y con una orografía muy complicada, en todo caso, el resultado es grandioso.

Los aterrazamientos de Machu Picchu, una solución constructiva ingeniosa. Machu Picchu, aparte de ser un destino turístico muy importante hoy en día para Perú, simplemente por la belleza del paisaje y la melancolía de un pueblo perdido, es también un ejemplo de urbanismo respetuoso con el entorno y una muestra de como nuestros antepasados eran capaces de adaptarse a la naturaleza con soluciones constructivas sencillas a la vez que ingeniosas.

La semejanza con la Alhambra de Granada es bastante curiosa, en planta la organización de las estancias  del palacio no sigue los tradicionales ejes simétricos que se acostumbraban a utilizar en la Europa occidental del siglo XVI. Se trata de un diseño, que sin duda, se va adaptando a la difícil orografía el terreno, mediante aterrazamientos y contenciones y ubicando las distintas edificaciones en función a su orientación, los vientos dominantes,  las dificultades del terreno, y parece que también que en base a consideraciones astrológicas.

Para construir en una ladera de gran pendiente se necesita una solución constructiva ingeniosa. En el siglo XVI, cuando el sistema mayoritariamente empleado era el de estructuras de muros de carga, la única manera de resolver la construcción en este tipo de terrenos era a partir de los aterrazamientos, que son plataformas horizontales realizadas en la pendiente a partir de la formación de muros de contención de piedra.

Uno de los grandes problemas que se encuentran en las construcciones en las laderas de las montañas es el desprendimiento de las tierras. El desprendimiento se producen generalmente debido a las escorrentías del agua, que hace deslizarse las distintas capas del sustrato y terminan arrastrando las edificaciones. En Machu Picchu, se consigue solucionar este problema con un sistema de drenaje que consiste en capas de grava, piedras trituradas y rocas para evitar que el agua arrastre las capas de terreno vegetal, esto  se complementa con un sistema de canales de drenaje que se extiende por toda el área urbana, diseñados para evitar la erosión.

Hoy en día, los arquitectos siguen utilizando este tipo de soluciones para edificar edificios en las laderas de las montañas con gran pendiente.

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