La casa ibicenca. Un ejemplo de arquitectura sostenible

La casa  tradicional ibicenca se construye con piedra caliza, madera y arcilla. Los gruesos muros apoyan directamente sobre una roca o una pequeña zanja abierta en el terreno. Los muros se componen de dos hojas independientes y un relleno de grava y tierra arcillosa, quedando las piedras asentadas en seco con una ligera argamasa de cal.

Al ser el sistema estructural de muros de carga en su totalidad, las cubiertas, siempre planas, se construyen por separado en cada habitación, del modo siguiente: sobre un tronco de pino (o varios, según las dimensiones de la sala) de unos 25 cm de diámetro, colocado a modo de viga, se pasan jácenas de menor tamaño en sentido opuesto, sobre las que irán las viguetas de unos 8 cm de diámetro. En ocasiones, las viguetas van directamente sobre la jácena mayor, Sobre las viguetas la construcción varía según la estancia a cubrir; en las habitaciones principales se usan tablillas de madera de sabina, en los almacenes van cubiertas de cañas y en los corrales de ramas finas de sabina.

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La casa ibicenca como modelo de arquitectura sostenible y bioclimática

La construcción del tejado también es independiente en cada estancia y se compone de una capa de algas, usada como impermeabilizante, sobre la que se colocan 20 cm de cenizas y residuos de carbón a modo de aislante y absorbente, y como acabado una capa renovada anualmente compuesta por tierra de alfarero que, compactada con las primeras lluvias, formaba un cuerpo impermeable que impedía la penetración del agua.

Aprovechamientos medioambientales y estrategias bioclimáticas:

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Los gruesos muros con doble pared y el sistema de construcción de las cubiertas garantizan el aislamiento y la seguridad de la casa. La situación en una ladera con pendiente hacia el sur evita los vientos invernales del norte, a la vez que, al situar la fachada y la puerta de acceso en esa misma orientación, permite la entrada de los vientos frescos del verano al interior de la casa.

El porxet, protege del sol esa puerta en verano, permitiendo su entrada al interior cuando está más bajo, durante el invierno, Los gruesos muros conservan así el calor del sol en invierno y el fresco de la noche en verano, de manera que la casa se adapta a la climatología de cada ciclo. Por otro lado, la ausencia de acristalamiento garantiza la ventilación necesaria para la transpiración de muros y tejados.

Una casa, sin duda alguna, basada en el concepto bioclimático de sostenibilidad. Hemos elegido unos ejemplos de arquitectura de Ibiza hecha por Jose Lluis Sert en el siglo XX cuando todavía no se hablaba de sostenibilidad. Queremos hacer especial hincapié en el hecho de que la verdadera arquitectura sostenible es la que siempre ha estado con nosotros.

Es muy interesante aplicar las nuevas técnicas y los avances en nuevas instalaciones, pero un buen arquitecto sabrá, de manera sencilla y muy económica hacer una casa sostenible utilizando solo el conocimiento de la historia de la arquitectura.

  • Texto extraido del libro arquitectura bioclimatica de F.Javier Neila
  • Fuente fotos: F.J, neila. Arquitectura bioclimatica, 2004
  • Sert, arquitectura mediterranea, ed.poligrafa, 1974

La casa ibicenca. Un ejemplo de arquitectura sostenible

La casa ibicenca como modelo de arquitectura sostenible y bioclimática