¿Cómo funciona una casa inteligente con domótica?

Cuando se habla de domótica, muchas personas piensan en algo muy moderno y sofisticado que solo sirve para grandes casas y nuevas. Sin embargo, disponer de una vivienda inteligente no tiene nada que ver con el tamaño ni la cantidad de dinero que poseamos. La domótica es un sistema que puede abarcar algo muy concreto, o todo lo que hay en una casa. Pero, ¿qué es y cómo funciona la domótica?

 

Disponer de una vivienda inteligente no tiene nada que ver con el tamaño ni la cantidad de dinero que poseamos. En este artículo te comentaremos qué es la domótica y cómo funciona

¿Qué es la domótica?

La domótica hace referencia a todas las tecnologías que hacen posible que se automaticen y se controlen todos los elementos de una vivienda. Así, podemos actuar no solo sobre los electrodomésticos, sino también sobre las puertas, ventanas, persianas, toldos u otros elementos. Todo ello con un objetivo principal: el ahorro energético. Aunque para lograrlo, también obtenemos un gran beneficio, que es la comodidad y el aumento de la calidad de vida.

En definitiva, un sistema domótico es una herramienta que hace que las viviendas sean más funcionales y que se puedan adaptar a todas las situaciones con personas con discapacidad u otras exigencias. Además, en una vivienda inteligente se puede ahorrar hasta un 80 % en iluminación, hasta un 25 % en aire acondicionado, hasta un 17 % en calefacción, etc. Como muestra el gráfico del IDAE.

 

 

¿Cómo funciona una casa inteligente?

La vivienda inteligente necesita para funcionar un ordenador o “cerebro”, diferentes sensores y elementos de actuación sobre los electrodomésticos o componentes eléctricos de cada parte de la vivienda a controlar. Para recoger la información de los sensores y remitir las ordenas a los elementos de actuación se necesita una red de cableado LAN, por internet o wifi.

Cada tipo de electrodoméstico o elementos a controlar podrá utilizar una tecnología de comunicación u otra en función de que disponga de ese sistema de mensajería integrada en sí mismo o no. Así, podemos separar los diferentes elementos de una vivienda y como pueden ir conectador. Además, se puede conectar a un sistema fotovoltaico de autoconsumo y consumir la electricidad de forma gratuita.

Aunque hoy en día, los diferentes fabricantes de sistemas domóticos ya han desarrollado diferentes dispositivos de comunicación para que todo en una vivienda pueda estar conectado a la domótica. Es lo que los expertos llaman el internet de las cosas.

Por ejemplo, los modernos electrodomésticos como televisores, equipos de música, frigoríficos, lavadoras, etc. suelen llevar integrado un sistema de comunicación, por lo que son fácilmente conectables a un sistema domótico.

Sin embargo, hay otros como las persianas de las ventanas, las propias ventanas, las puertas o toldos, que no disponen de ningún sistema. En muchos casos ni siquiera están mecanizadas, por lo que simplemente no se pueden abrir o cerrar solo. En estos casos tenemos dos opciones. O cambiamos la ventana, toldo o puerta correspondiente o lo motorizamos. Una vez que el elemento está motorizado, es fácil conectarle el elemento de comunicación que reciba las órdenes del “cerebro” de la vivienda inteligente.

 

 

¿Cómo consigue ahorrar en energía una vivienda inteligente?

Algunas personas piensan que no se puede ahorrar si le ponemos motores eléctricos a todos los elementos de la casa no se puede ahorrar. ¿Cómo es posible si vamos a consumir mucha electricidad? Para que todos lo tengamos claro, esos elementos motorizados consumen poca electricidad. No obstante, el ahorro no está ahí.

La forma en que se consigue el ahorro es en el control del uso de la calefacción, climatización, iluminación, etc. Es decir, El sistema domótico detecta un aumento de temperatura en una habitación, y testea la situación de la ventana y la persiana. Tras evaluar toda la información, sabe que son las 13 horas de un 20 de julio, la persiana está arriba y la ventana abierta.

Lógicamente, la decisión que toma el “cerebro” de la vivienda inteligente es, lo mismo que habríamos decidido nosotros mismos, cerrar la ventana y bajar la persiana. Con esta decisión, se evita que la habitación se caliente muchos, y cuando nosotros llegamos a casa la temperatura no es excesivamente alta, por lo que en el caso de necesitar enchufar el aire acondicionado estará menos tiempo encendido. Con lo que conseguimos un ahorro de electricidad comparando con la situación sin domótica. Pues al llegar a casa la ventana ha estado todo el día abierta y la persiana arriba, con lo que la habitación está mucho más caliente.

Otro ejemplo, lo encontramos en la iluminación, puesto que se puede vincular con sensores de presencia. De modo que cuando los sensores detectan a una persona, el sistema domótico enciende la luz y cuando las personas abandonan la estancia, las luces se apagan automáticamente. ¿Cuántas veces les has dicho a tus hijos que apaguen la luz cuando salgan de su cuarto?

Ahí se va mucho dinero cada año. Ahí está el ahorro que nos proporciona una vivienda inteligente.

 

 

¿Cómo funciona una casa inteligente con domótica?

Disponer de una vivienda inteligente no tiene nada que ver con el tamaño ni la cantidad de dinero que poseamos. En este artículo te comentaremos qué es la domótica y cómo funciona