La puerta de Alcalá de Madrid

La puerta de Alcalá de Madrid. En el siglo X Madrid era una ciudad amurallada  con dos perímetros, el primero encerraba la zona del Alcázar, con la llamada muralla Califal, y el segundo encerraba el arrabal, con la llamada muralla cristiana.

Mapa de la ciudad de Madrid en el S.X. fuente: atlas de madrid

La puerta de Alcalá de Madrid. Curiosidades de las Puerta de alcalá de Madrid

Como la mayoría de las ciudades amuralladas, a lo largo de la muralla aparecían distintas puertas que se correspondían con los distintos caminos de acceso a  la ciudad. En el caso de Madrid, podemos distinguir cinco puertas en el siglo X, una al norte, una al sur, una al oeste, y dos hacia el este. Hoy en día no quedan restos visibles a simple vista de estas puertas, pero si queremos indagar en la historia de la puerta de Alcalá, encontramos huellas de otra puerta, la llamada puerta de Guadalajara, que sin duda es antecesora de la famosa puerta de Alcalá. La puerta de Guadalajara abría el camino hacia la ciudad de Alcalá de Henares, que posteriormente continuaba hasta Guadalajara y tenía como destino final las tierras del reino aragonés.

Para los curiosos,  resulta muy interesante pasear por las calles de una ciudad como Madrid y preguntarse cuál es el origen de cada calle, camino o monumento. Encontrarás curiosas explicaciones, que darán razón a absurdas soluciones de calles sin sentido, edificios que parece que no deberían estar ahí, etc..

La puerta de Alcalá. La puerta de Alcalá es uno de los monumentos simbólicos más atractivos de la ciudad de Madrid. Como ya te hemos comentado, los orígenes de la puerta Alcalá se pueden remontar hasta el siglo X, aunque ciertamente, la puerta de Alcalá, tal y como la conocemos hoy en día, es obra del Maestro Sabatini, por encargo de Carlos III, quien a su llegada a Madrid en 1759 quedó decepcionado al ver la pequeña y modesta puerta que conducía a la ciudad, mandada  construir por Felipe III.

Para nosotros, hoy en día, una puerta en una ciudad no tiene ningún tipo de significado, pero antiguamente suponía un paso obligado para todos los viajeros, y por lo tanto un método de control, un símbolo de la riqueza de la ciudad y de sus gobernantes. Es por ello, que Carlos III mandase construir una puerta a la altura de su grandeza.

Para el viajero del siglo XXI, la puerta de Alcalá es un monumento de obligada visita. Dejando a un lado aspectos técnicos y artísticos, una de las cuestiones más curiosas de la puerta Alcalá es el hecho de presentar dos diseños diferentes en cada lado. Dice la leyenda   que esto se debe a que Carlos III, habiendo rechazado varios diseños anteriores del arquitecto Ventura Rodríguez, encargó el proyecto a Sabatini. Sabatini para contentar al rey, hizo dos diseños, como a Carlos III le complacieron ambos, se optó finalmente por realizar cada lado con un diseño diferente.

Al turista curioso, le gustará buscar las diferencias entre uno y otro. Seguro que las encuentra: diferentes números de columnas, distintos frontones, esculturas distintas a cada lado, etcétera

®redactado por equipo editorial de arquitectura.vilssa.com