Cómo elegir un buen sofá para mi salón.

Cómo elegir un buen sofá para mi salón.

Elegir el mejor sofá para nuestro salón no depende solamente de la estética, también hay que prestar especial atención a otras variables como pueden ser la durabilidad, la calidad de los materiales o la versatilidad a la hora de convertirlo, por ejemplo, en un sofá cama o poder cambiar el sentido en el caso de los sofás de esquina.

Hoy vamos a analizar algunos aspectos para ayudarte a elegir el mejor sofá en base a tus necesidades.

El sofá, en qué debemos fijarnos a la hora de comprar uno

La estructura. Empecemos por lo más básico: la estructura. Existen distintos tipos de estructura que comúnmente se utilizan a la hora de armar el armazón de nuestro sofá: la madera y la estructura metálica (acero o aluminio)

1-La madera es un material muy barato y fácil de manipular y tradicionalmente se ha empleado para configurar la estructura de los sofás.

Ventajas:

  • La madera utilizada en la estructura de un sofá abarata el coste del mismo
  • Su fácil manipulación hace que se consigan formas resistentes y bien reforzadas que garantizan la durabilidad.
  • Las estructuras de madera se pueden reparar fácilmente y de forma barata.

Inconvenientes:

  • El principal inconveniente de la madera es que dependiendo de su naturaleza, puede soportar mejor o peor la humedad. Los aglomerados no son amigos del agua y con el tiempo, y sobretodo en climas húmedos, pueden dar problemas (se hinchan y deshacen poco a poco). El aglomerado se utiliza en muchas estructuras de sofá porque resulta relativamente más barato que la madera maciza. Frente al aglomerado tenemos la estructura de madera maciza, generalmente de pino o incluso haya. La madera maciza resiste muy bien la humedad cuando está tratada y nos asegura una mayor durabilidad e incluso resistencia ya que no es lo mismo insertar un tornillo en madera maciza que hacerlo en un aglomerado de virutas prensadas.

2-Acero o aluminio. Las estructuras de acero o aluminio son mucho más caras que la madera y más difíciles de manipular, y se utilizan en sofás de mayor calidad.

Ventajas:

  • Gran resistencia y durabilidad.
  • Se puede utilizar como elemento estético cuando se trata de metal cromado o acero inoxidable.

Inconvenientes:

  • Las reparaciones son mucho más caras
  • Es difícil de manipular

La tapicería. La tapicería de un sofá es la parte más visible y una de los aspectos más importantes a la hora de elegir un modleo u otro. Existen distintos materiales para tapizar un sofá: desde el cuero hasta distintos tipos de tejido. Hay que saber elegir el tipo de material, sobretodo en base al uso que le vamos a dar:

1-Tapizados de tela

Ventajas:

  • Fácil limpieza
  • En el mercado disponemos de multitud de texturas y colores.
  • La tela deja traspirar y tiene un tacto bastante cálido.
  • El retapizado es relativamente barato y sencillo

Inconvenientes:

  • Dependideno del tipo de tela el desgaste con el uso puede suponer un problema.
  • En ciertos casos, por ejemplo cuando tienes mascotas en tu casa, puede deteriorarse fácilmente.

2-Tapizados de cuero

Los tapizados de cuero dan gran vistosidad a un sofá y suelen ser sinónimo de calidad, sin embargo, hay que ser muy cuidadosos a la hora de elegir un sofá tapizado en cuero. Veamos las ventajas e inconvenientes de los tapizados de cuero para sofás:

Ventajas:

  • Facilidad de limpieza
  • Gran durabilidad
  • Acabados estéticamente muy finos

Inconvenientes:

  • El cuero no traspira igual que la tela y por lo tanto en climas calurosos y húmedos puede resultar incómodo dando la sensación de pegarnos al sofá.
  • Los retapizados del cuero son muy caros.

3-La piel sintética. La piel sintética es la alternativa al cuero y básicamente tiene las mismas ventajas y desventajas, pero hay que tener en cuenta que si bien es mucho más barato, también tiene una durabilidad menor. A la hora de inclinarnos por un tapizado de piel sintética tenemos que tener especial cuidado con la calidad de la misma.

La versatilidad de un sofá

Los sofás en esquina flexibles. Un sofá en esquina es una buena solución para muchos de nuestro salones. Sin embargo, cuando elegimos un sofá en esquina tenemos que fijarnos en dos cosas fundamentales:

1-Que sea versátil, es decir, que podamos cambiar el sentido de la L a nuestro gusto

2-Que la estructura sea resistente y los cambios de configuración del sofá no lo deterioren. Una buena estructura de acero o madera maciza es una garantía de un sofá bien fabricado

Los sofás-cama. Esta versión, relativamente reciente, es una alternativa muy útil en casas con espacios reducidos, ya que nos permite convertir el sofá en una cama. Sin embargo, por regla general tenemos que fijarnos en lo siguiente:

  • Un sofá cama puede resultar menos cómodo que un sofá fijo ya que su diseño tiene que poder cumplir dos funciones y a veces debemos sacrificar una de las dos: o es muy cómodo para dormir o es muy cómodo para sentarnos.
  • La estructura. La estructura de un sofá cama sufre mucho y por lo tanto es imprescindible comprar un sofá de gran calidad. El problema es que un sofá cama pequeño y bueno resulta tan caro como un sofá de calidad media fijo y más grande. Sin embargo, si no prestamos atención a la calidad de la estructura y compramos un sofá cama mediocre, nos encontraremos en pocos años de uso con problemas de estabilidad que harán que no nos sirva ni como sofá ni como cama.

Teniendo en cuenta todas estas variables, podemos elegir nuestro sofá. Si vamos a darle un gran uso (por ejemplo tenemos niños pequeños o somos unos “cafres”) el cuero no es la mejor opción.

Si necesitamos una cama extra para invitados, un buen sofá cama, aunque caro, puede ser una alternativa (en este caso, el cuero queda descartado)

Si lo que queremos es una sofá de gran vistosidad, podemos recurrir a la piel sintética, eso si, hay que tener en cuenta una cosa. El cuero tiene unas garantías intrínsecas a su naturaleza y es difícil que nos den gato por liebre. Sin embargo, la piel sintética es un material creado artificialmente cuyas características son variables y por lo tanto no todas las pieles sintéticas son iguales. Una piel sintética de mala calidad hará que con el sudor y en un par de años, termine levantándose y un retapizado de piel sintética o cuero resulta costoso y no tan sencillo como un tapizado de tela.

Otra alternativa, muy común, es cubrir el sofá con un cubresofas y destaparlo sólo en ocasiones especiales, para así asegurar su durabilidad, pero eso es una elección personal de cada uno.

Cómo elegir un buen sofá para mi salón.

El sofá, en qué debemos fijarnos a la hora de comprar uno